MOVIMIENTO EN DEFENSA DE LAS IDENTIDADES SEXUAL

MODIS (Movimiento en Defensa de las Identidades Sexuales) es un grupo formado en el año 2006, en la ciudad de Bahía Blanca, su principal objetivo es defender la identidad sexual de las personas contra todo tipo de abuso, discriminación, menosprecio, prejuicio o acción alguna que altere su bienestar físico o psíquico; comprometiéndose a actuar en consecuencia desde los ámbitos políticos, jurídicos, sociales, culturales y de salud.

El debate no está restringido a las "minorías sexuales", sino que arroja cierta luz sobre la naturaleza misma de la masculinidad y la feminidad actual; ya que se entiende por Identidad Sexual, a la inalienable y natural forma que tiene el varón o la mujer, de vivir la sexualidad.

Hay una ambivalencia en el concepto mismo de "identidad". Dice informarnos acerca de lo que tenemos en común, de la que nos asemeja y nos hace reconocibles, de lo que es verdadero en nosotros. Aliada a la tarea prescriptiva de la religión, la psiquiatría, la medicina o la ley, opera también de manera que nos dice lo que nos hace verdaderamente "normales". Es en este sentido como la imposición de la identidad puede verse como una burda táctica del poder, diseñada para oscurecer la auténtica diversidad humana con categorizaciones estrictas de uniformidad.

También “identidad es diferenciación". Es, por tanto, algo que tenemos que buscar, algo que tiene que ser conseguido a fin de estabilizar el ser, defenderse de la anomia y de la desesperanza.

En la conformación de la identidad sexual están implicados multitud de factores, entre los que podemos destacar el psicológico, social y biológico que se diferencian en sentido masculino o femenino en cualquier persona; es así que la formación de la identidad sexual es un proceso complejo que empieza en la concepción, pero que se vuelve clave durante el proceso de gestación e incluso en experiencias vitales tras el nacimiento donde los componentes social y psicológico juegan un rol importante.

En relación con la identidad sexual también se suele hablar de la identidad de género o rol de género, es decir, la asunción y manifestación de lo que se siente en base a unas normas sociales. Probablemente hay tantas formas de entender la identidad sexual y la de género como humanos existen, sin embargo las sociedades tienden a clasificar en compartimentos estancos a los individuos y a asignarles roles a veces muy reducidos.

Por otro lado, la identidad sexual suele intentar diferenciarse de la orientación sexual, en la que pueden darse individuos heterosexuales, homosexuales, bisexuales y asexuales. De igual manera que la orientación sexual, la identidad sexual no se puede elegir.

Los seres humanos son el resultado de una estructuración psíquica, de una producción cultural y de un momento histórico. Por eso, la manera en que las personas conceptualizan el cuerpo, el sexo y la sexualidad es de acuerdo a valoraciones subjetivas, culturales e históricas.

La sociedad moderna se encuentra fragmentada por muchas divisiones, marcada por clases, razas, religión, ideología, status y edad. Estas se intersectan con otras dos divisiones fundamentales: género y preferencia sexual. Cada cultura otorga valor a cierta identidad sexual y denigra a otras a partir de una determinada concepción de la sexualidad, calificamos de antinatural lo que desconocemos o lo que nos parece extraño. La denigración deviene en discriminación y menosprecio, que se propaga a través de estereotipos masivamente proyectados a la sociedad.

En nuestro país el respeto a la pluralidad, en todas sus formas, todavía no es una realidad. Las creencias sociales que troquelan la organización de la vida colectiva estigmatizan lo distinto, lo que se aleja de la norma y es en las relaciones sociales donde los sentimientos individuales adquieren significado y se hace posible la "identidad". Por tanto defender la diversidad sexual implica defender la vida democrática de nuestras sociedades.

Por ello nos parece justo, que las "minorías sexuales" entren en el discurso de los derechos y aspiren a las mismas garantías sociales, e incluso constitucionales, de las que gozan otras minorías.

De esta manera MODIS adhiere a todas las normas legales, constitucionales, antidiscriminatorias y gestadas en democracia, y promueve la modificación o derogación de todas las normas ajenas a este espíritu. Asume como una exigencia ética, moral y política promover la diversidad como núcleo de convivencia social y constituir alianzas y redes de cooperación con otros grupos. Sus acciones son integradoras, propositivas y no violentas.

Por otra parte el grupo de personas que conforma MODIS se compromete a sumarse a toda iniciativa que tenga como principal propósito la defensa de los Derechos Humanos.